jueves, 24 de abril de 2008

La credencial

La credencial es un libro en el que te van poniendo los sellos de cada albergue en el que duermes. Es necesario llevarla para poder dormir en los albergues, al menos en los públicos. Viene a ser como esto:



Se puede conseguir en muchos puntos del camino, normalmente en albergues públicos, en parroquias, etc. El año pasado yo me fui confiando en esto y lo que me pasó fue que desde que salí de León no había ningún punto donde conseguirla. Esa noche me tuve que quedar en un albergue privado donde no me pidieron la credencial, después de andar muchos más kilómetros de los que me hubiera gustado para el primer día.

Para que este año no me pase lo mismo, voy a ir el lunes próximo a la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Murcia (hay muchas distribuidas por toda España, consultar aquí) y allí me la darán. Un trámite menos a hacer en esa primera jornada.

La credencial también se convierte en un precioso recuerdo del Camino, cuando mucho tiempo después de acabar vuelves a mirarla y recuerdas los pueblos por los que pasaste.

El precio es simbólico, el año pasado creo que pagué por ella 2€ en Astorga.

viernes, 18 de abril de 2008

La mochila y su contenido

Junto con el calzado, el mayor enemigo de cualquier peregrino es el sobrepeso en la mochila. Hay una regla no escrita que recomienda limitar el peso (de la mochila más el contenido) como mucho al 10% del peso corporal del peregrino. En mi caso, con unos 80 kilos de peso, la mochila debería pesar unos 8 kilos; el año pasado llevé exactamente 8 kilos, este año llevaré algo menos.

· La mochila: no vale cualquier mochila de las antiguas; hoy en día hay mochilas muy buenas a bastante buen precio. Conviene que tenga espalda rígida, y que tenga sistema de sujeción a la cintura. En cuanto al tamaño, una de 50 litros es suficiente.

Sobre el contenido de la mochila, se suele decir que hay que preparar lo que creamos que vamos a necesitar, y una vez lo tengamos todo, dejar la mitad de las cosas. Voy a detallar lo que me voy a llevar yo. Naturalmente, este contenido puede variar según la época del año, ropa más ligera en verano y de más abrigo en invierno.

· Zapatillas de trekking (ver anterior entrada sobre el calzado)
· Chanclas de goma, para ponérmelas al llegar al albergue y para la ducha
· Calcetines, tres pares finos y tres gruesos, ambos sin costuras. A mi me gusta llevar unos calcetines finos debajo y otros más gruesos encima, para llevar el pie bien sujeto. Conviene que los calcetines sean sin costuras (en cualquier tienda de montañismo los tienen), ya que las costuras son posibles puntos de generación de ampollas.
· Dos pantalones de montaña, que sean sufridos ya que no será fácil lavarlos.
· Un pantalón chubasquero: se pone encima del pantalón normal, y protege perfectamente de la lluvia.
· Calzonzillos, tres mudas.
· Tres camisetas: yo llevaré tipo Quechua o Kalenji, compradas en Decathlon. Son ligeras y transpirables.
· Dos forros polares finos: son de marca Quechua, comprados en Decathlon.
· Chubasquero
· Gafas de sol, conviene que sean deportivas, de las que protegen todo el ojo. La mayoría de gafas de sol normales dejan pasar la luz por los laterales; esto es malo, hay que tener en cuenta que en el Camino andamos casi siempre con el sol a nuestra izquierda. Las que yo llevaré son las mismas que uso para esquiar y para montar en bici.
· Sombrero: llevaré uno de paja, es ligero y se puede doblar para meterlo en la mochila. Valdría naturalmente cualquier tipo de gorro.
· Tarro de vaselina: para untarse los pies antes de cada jornada, esto reduce el riesgo de ampollas.
· Bolsa de aseo, todo en dosis pequeñas.
· Botiquín, con tiritas, betadine, aguja e hilo (para curar las ampollas), etc. De nuevo, todo en dosis pequeñas.
· Pastilla de jabón para la ropa, creo que es la mejor opción ya que pesa menos que el jabón líquido.
· Pinzas e imperdibles: cuando lavemos la ropa, es posible que a la mañana siguiente no esté seca del todo; con las pinzas e imperdibles podremos colgar la ropa en la mochila para que se vaya secando mientras andamos.
· Toalla: una toalla pequeña, no de esas de playa. Me han dicho que hay unas modernas que no pesan nada, de la marca MSR Packtowl UltraLite. La probaré a ver.
· Saco de dormir, llevaré el mismo que el año pasado: un Quechua S15 ultralight, que es un saco muy ligero y pequeño, aunque los primeros días cuesta un montón guardarlo en su funda.
· Funda de almohada; en los albergues hay almohadas pero no fundas, por razones higiénicas.
· Vaso de plástico duro, para beber en las fuentes.
· Una navaja, tenedor y cuchara. Sobre todo para las comidas que hagamos durante el camino, preparar bocadillos, etc.
· Papel higiénico, en algunos albergues no hay, o puede haberse agotado.
· Protector solar.
· Cartera, con DNI y tarjeta de crédito.
· Cámara de fotos.

Y eso es todo. La regla de oro a aplicar es no llevar nada "por si acaso"; si algo nos falta durante el camino, siempre podremos comprarlo en cualquier pueblo.

jueves, 17 de abril de 2008

Cómo llegar al punto de salida 2ª parte

Los murcianos lo tenemos difícil para llegar a St. Jean Pied de Port; como dije en un artículo anterior, mi idea era llegar en tren a Pamplona antes de las 6 de la tarde para poder coger el autobús que va a Roncesvalles.

Pues resulta que eso no es posible, porque la única combinación por tren es uno que llega a Madrid a las 10:12 de la mañana, pero es que el que va a Pamplona sale a las 10:35. Eso es muy poco margen, si se retrasa un poco el primero ya no da tiempo a enlazar con el segundo.

Buscando viaje en autobús, la única combinación posible es salir de Murcia a ¡la 1 de la madrugada! Descartado.

Así que he tenido que recurrir al avión. No es que no me guste volar, ni que me de miedo; es que pega poco con la calma que debe imperar en el Camino, además, si me voy a pasar un més fuera de casa, ¿qué me importa que el viaje dure unas cuantas horas más o menos?

En iberia.com he encontrado un trayecto Alicante-Madrid-Pamplona por 120€, que llega a Pamplona a las 16:25, con lo que tengo una hora y media para llegar a la estación de autobuses.

Alguna gente, en un foro del Camino, sugiere llegar en tren a Pamplona y dormir allí para partir a la mañana siguiente hacia St Jean. Esta idea no me gusta: el camino pasa por Pamplona, y creo que es más bonito descubrir la ciudad a la vuelta, cuando realmente uno ya se ha transformado en peregrino.

Pues eso, finalmente el periplo hasta St Jean comenzará el día 5 de mayo por la mañana, y será más o menos así:

· 9AM: autobús Murcia-Aeropuerto de Alicante
· 10:45AM: llegada del autobús al aeropuerto (no entiendo cómo puede tardar 1:45)
· 12:35PM: Despegue del avión Alicante-Madrid
· 13:35PM: Llegada a Madrid
· 15:15PM: Despegue del avión Madrid-Pamplona
· 16:25PM: Llegada al aeropuerto de Pamplona, cojo taxi a la estación de autobuses
· 18:00PM: Salida del autobús Pamplona-Roncesvalles
· 19:00PM: Llegada a Roncesvalles, ahora a buscar peregrinos para compartir el taxi hasta St. Jean; en total cuesta unos 25€. A las malas malas, pues lo cojo solo.
· 19:30PM: Llegada a St. Jean, sellado de la credencial y al albergue. ¡Yuju!

Espero que a alguien pueda servirle estas disquisiciones.

miércoles, 16 de abril de 2008

Obra de arte

Aquí os dejo una auténtica obra de arte hecha por un peregrino checo. Son una serie de vídeos con fotos del Camino. Una delicia las fotos y la música:

Tramo St. Jean Pied de Port - Burgos

Burgos - León

León - Triacastela

Triacastela - Finisterre

¿Cómo llego a la salida? ¿Cómo vuelvo de Santiago?

Una vez decidido desde dónde vamos a empezar el camino, conviene planear cómo llegaremos hasta allí; yo saldré de St. Jean Pied de Port, llegaré hasta Pamplona en tren, luego cogeré un autobús a las seis de la tarde hasta Roncesvalles, y desde allí la única forma de llegar hasta St. Jean es con un taxi. Parece ser que en la propia estación de autobuses se puede contactar con otros peregrinos para compartirlo.

Si se va a salir de alguna capital (León, Burgos, Pamplona) hay muchas combinaciones para llegar, sobre todo por tren o autobús. Si se sale de algún otro pueblo, también hay combinación por autobús desde alguna de las capitales.

Otra cuestión es el viaje de vuelta desde Santiago; el Camino debería plantearse con sosiego, tranquilidad y un punto de improvisación. Si antes de empezar el camino sacamos un billete de avión para un día concreto, nos estamos obligando a llegar a Santiago en unas fechas muy concretas.

En mi viaje del año pasado, yo volví de Santiago a Madrid en autobús, en Alsa Supra. Aunque el viaje es largo (6 horas), en esa línea de autobuses se hace muy cómodo. Esta opción tiene la ventaja de que no tenemos que planificar nada con antelación, y además la estación de autobuses de Santiago está muy cerca del centro, se puede ir andando.

Además, al menos el año pasado, busqué billete de avión y los precios que había a dos o tres días visto eran siempre por encima de 100€; no sé si este año habrá otros precios, si es así tal vez vuelva en avión.

Como resumen: sacar billete de ida pero no sacar el de vuelta, para tener la libertad de llegar a Santiago cuando nos apetezca, antes o después de la fecha inicialmente prevista.

martes, 15 de abril de 2008

El calzado

Sin duda alguna, las dos principales causas de lesiones en el Camino son el calzado inapropiado y el sobrepeso de la mochila. De éste último nos ocuparemos otro día, hoy voy a tratar el tema del calzado.

La pregunta es: ¿qué calzado me llevo? Yo en mi viaje del año pasado llevé unas zapatillas de trekking, de estas con goretex que incluso en días de lluvia no permitían el paso del agua; me fueron estupendamente. No considero que sea imprescindible llevar botas, salvo que uno vaya en pleno invierno, o que seamos especialmente propensos a las torceduras.

Sobre todo el consejo más importante es llevar un calzado con el que estemos muy acostumbrados a caminar. En caso de que no se tenga tal costumbre con ningún calzado, hay que preparar el camino con un par de meses de antelación, dando largas caminatas con el mismo calzado que tengamos planeado llevar.

Un caso que ocurre con frecuencia es el del peregrino que una semana antes de salir se va a una tienda y se compra las mejores botas; a la vez está comprando todas las papeletas para el sorteo de un montón de ampollas en los pies. Es por esto que a lo largo del camino es muy común ver botas abandonadas, de gente que no podía andar más con ellas.

Lo que tampoco conviene llevar son zapatillas de deporte normales, ya que si llueve se nos mojará el pie, además de que no es el calzado apropiado para largas caminatas.

jueves, 10 de abril de 2008

¿Cuantos días necesito?

Para hacer todo el camino desde Roncesvalles hace falta un mes, ése es el tiempo ideal. Si no se dispone de un mes completo, pues lo mejor es coger el mayor número de días seguidos. Mucha gente coge sólo una semana, lo que deja realmente cinco para andar, lo cual acaba siendo muy poco.

Una vez que sabemos cuántos días tenemos, toca decidir desde dónde empezar; yo recomiendo (aunque sea difícil de seguir) no obsesionarse con llegar a Santiago. Si tuviera que repetir el viaje del año pasado, en lugar de empezar en León empezaría en Roncesvalles llegando hasta donde pudiera. En años posteriores se puede completar el camino, y siempre se vuelve, antes o después.

Hay un caso muy típico de peregrino que coge una semana y hace el tramo O Cebreiro-Santiago; el que hace esto se está perdiendo algunas de las etapas más maravillosas del camino, como son las ascensiones a O Cebreiro o la subida a la Cruz de Hierro.

Hay muchas páginas, como la de Eroski, que dan una planificación aproximada de las etapas, lo que nos puede servir para ver desde dónde saldremos y hasta dónde llegaremos.

Elegir la fecha

Uno de los grandes males del camino está relacionado con la fecha en la que se haga; si se hace en los meses de julio o agosto hay un verdadero problema de masificación, lo que tiene dos consecuencias nefastas: por un lado, se pierde el espíritu de paz y quietud que debería reinar en el camino.

Por otro lado, los albergues están llenos, lo cual implica que en muchos casos no se dispone de cama y hay que dormir en el suelo. Esto tiene otro efecto más, y es que se producen verdaderas carreras entre los peregrinos para llegar los primeros al final de la siguiente etapa, dándose casos de gente que se levanta a las 5 de la mañana para adelantarse al resto.

Los mejores meses para hacerlo son mayo-junio o septiembre-octubre, porque el tiempo es bueno pero se puede disfrutar de la paz tanto al caminar como en los albergues.

Yo lo hice en el mes de abril y me podía permitir levantarme tarde y andar durante todo el día sin prisa y sin preocupaciones.

¿Estoy físicamente preparado para hacer el camino?

Esta es una duda que le surge a mucha gente a la que le gustaría hacer el camino; la respuesta es un rotundo SÍ. Cualquier persona está capacitada para hacer el camino; lo único que se debe hacer es adaptar el paso a las condiciones de cada uno, haciendo al día el número de kilómetros adecuado a nuestra capacidad física.

Las etapas del camino no están prefijadas, cada pocos kilómetros hay albergues, así que podemos hacer las etapas tan largas o cortas como deseemos.

En mi camino del año pasado me encontré con gente de todas las edades y condiciones físicas, el único requisito realmente necesario es tener decisión, deseo y estar dispuesto a renunciar a gran parte de las comodidades de nuestra vida diaria.

Camino de Santiago

Durante la segunda quincena del mes de abril del año pasado hice un tramo del Camino de Santiago, recorrí 310 kilómetros desde León hasta la capital compostelana. Aquél que ya haya hecho el Camino, entenderá perfectamente que diga que es una experiencia que se te mete en la cabeza y desde el momento en que terminas estás deseando volver. Aquél que no lo haya hecho, simplemente que lo haga y entenderá de lo que hablo.

Lo que siempre he tenido claro es que si alguna vez volvía al Camino sería para hacerlo en serio, no quiero medias tintas para esta segunda vez. Para esto hay que disponer de un mes, lo cual en este mundo moderno no es nada sencillo.

Pues bien, en este momento me ha surgido esta oportunidad, y no lo he dudado, así que durante este mes de mayo haré el Camino de Santiago desde St Jean Pied de Port (pueblo francés cerca de Roncesavlles) y el cabo de Finisterre.

Este blog pretende cumplir varios objetivos: en primer lugar, ilustrar a todas las personas que quieran hacer el Camino en lo que es necesario preparar para este viaje. En segundo lugar, contar a mis amigos y familiares mis avances en el Camino. Y en último y más importante lugar, dejar registradas mis experiencias para mí mismo, cumpliendo las veces de moderno cuaderno de bitácora.

Así que contaré aquí todos los progresos del viaje, desde la planificación y preparativos previos al Camino como el trascurso del mismo.