Una vez decidido desde dónde vamos a empezar el camino, conviene planear cómo llegaremos hasta allí; yo saldré de St. Jean Pied de Port, llegaré hasta Pamplona en tren, luego cogeré un autobús a las seis de la tarde hasta Roncesvalles, y desde allí la única forma de llegar hasta St. Jean es con un taxi. Parece ser que en la propia estación de autobuses se puede contactar con otros peregrinos para compartirlo.
Si se va a salir de alguna capital (León, Burgos, Pamplona) hay muchas combinaciones para llegar, sobre todo por tren o autobús. Si se sale de algún otro pueblo, también hay combinación por autobús desde alguna de las capitales.
Otra cuestión es el viaje de vuelta desde Santiago; el Camino debería plantearse con sosiego, tranquilidad y un punto de improvisación. Si antes de empezar el camino sacamos un billete de avión para un día concreto, nos estamos obligando a llegar a Santiago en unas fechas muy concretas.
En mi viaje del año pasado, yo volví de Santiago a Madrid en autobús, en Alsa Supra. Aunque el viaje es largo (6 horas), en esa línea de autobuses se hace muy cómodo. Esta opción tiene la ventaja de que no tenemos que planificar nada con antelación, y además la estación de autobuses de Santiago está muy cerca del centro, se puede ir andando.
Además, al menos el año pasado, busqué billete de avión y los precios que había a dos o tres días visto eran siempre por encima de 100€; no sé si este año habrá otros precios, si es así tal vez vuelva en avión.
Como resumen: sacar billete de ida pero no sacar el de vuelta, para tener la libertad de llegar a Santiago cuando nos apetezca, antes o después de la fecha inicialmente prevista.
miércoles, 16 de abril de 2008
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